Por Israel Valdés Rodríguez.
En la década del 50 del pasado siglo, Guatemala era prácticamente una república bananera, cuya economía atrasada y dependiente estaba profundamente penetrada por la United Fruit Company.
El latifundio era uno de los grandes males de la nación, en la cual el 70 % de las mejores tierras estaba en manos de poco más del 2 % de los terratenientes.
En 1952 las elecciones presidenciales fueron ganadas por Jacobo Arbenz Guzmán, militar guatemalteco con ideas revolucionarias, quien se propuso liberar al país de los pesados yugos que asfixiaban su economía a través de una Reforma Agraria.
En febrero de 1954, expropia las tierras de la United Fruit a lo largo de la línea del ferrocarril e instaura un modesto impuesto a las exportaciones de banana para financiar programas sociales. Estas medidas afectaban principalmente a la United Fruit, que tenía en completo abandono cerca de 150 000 hectáreas cultivables. Los Estados Unidos no podían permitir que un gobierno latinoamericano se atreviese a dañar los intereses de una compañía norteamericana. La CIA y los jerarcas militares de los Estados Unidos construyeron un enemigo en Guatemala: el comunismo internacional y la excusa para derrocarle.
El gobierno progresista de Arbenz fue acusado de comunista y de inmediato los Estados Unidos comenzaron a preparar las condiciones para derrocarlo. Fue una verdadera operación de Inteligencia y donde la Agencia de Información de los Estados Unidos (USIA) desempeñó un papel fundamental en su propaganda al publicar artículos donde se hacía referencia a diversas acciones del gobierno de Arbenz como de inspiración o inclinación comunista. La CIA preparó, organizó, financió y armó a los mercenarios, que desde Honduras invadieron Guatemala. Fue la primera intervención directa de la CIA en América Latina y una operación que sirvió de ensayo y experiencia para la posterior agresión de Playa Girón contra Cuba. Lo cierto es que el 27 de junio de 1954, el gobierno legítimo y constitucional de Arbenz fue derrocado y Guatemala volvía a ser el paraíso de United Fruit.
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