#Cuba: La crisis de los balseros de 1994 y la Ley de Ajuste Cubano aun vigente

 Por Israel Valdés Rodríguez.

Durante los meses de julio y agosto de 1994 en la capital cubana se pusieron de manifiesto algunos hechos de carácter delictivo, de manera concatenada y que evidentemente respondían a la actividad de propaganda enemiga, procedente de los Estados Unidos y que exhortaban a la subversión interna.

El 13 de julio de 1994, se produce un naufragio accidental del remolcador “13 de Marzo” secuestrado por elementos antisociales, con el propósito de ser utilizado para trasladar a los Estados Unidos, a un grupo de personas y que ocasionó la muerte lamentable de 32 personas, al chocar con otro remolcador y hundirse.

El 4 de agosto, fue asesinado el combatiente de la PNR, Gabriel Lamouth Caballero, por elementos antisociales que intentaron salir ilegalmente por el Puerto de La Habana. El día 5 un grupo de antisociales intentaron apoderarse de una lancha en las inmediaciones del Puerto de La Habana, lo que originó algunos disturbios y hechos vandálicos en los barrios adyacentes de Centro Habana y Habana Vieja, con la participación de varias decenas de infractores. El líder de la Revolución, Fidel Castro acude personalmente al lugar de los hechos y con el apoyo del potencial revolucionario y las autoridades locales se logró neutralizar a los amotinados.

El 8 de agosto Tres días más tarde, fue asesinado el teniente de navío Roberto Aguilar Reyes, al ser secuestrada en el Mariel una nave auxiliar de la Marina de Guerra, por el marinero Leonel Macías González, quien logró huir a los Estados Unidos y allí fue recibido como un héroe. Otro resultado mas de la criminal Ley de Ajuste Cubano, al calificar a estos individuos como “refugiados políticos” con derecho automático al asilo político y otorgarle el permiso de residencia permanente en los Estados Unidos.

Esta escalada condujo a la llamada “Crisis de los Balseros” de 1994 y todo fue producto del estímulo constante del gobierno norteamericano y la mafia anticubana de Miami, que ante los “cantos de sirenas” de la criminal Ley de Ajuste Cubano, propició que miles de personas se lanzaran al mar en precarias embarcaciones para arribar a las costas de la Florida. En virtud de los hechos ocurridos, el Gobierno de Cuba declaró que el custodio de las costas norteamericanas no era de su incumbencia sino de las autoridades de los Estados Unidos. La situación creada obligó a las autoridades norteamericanas a realizar conversaciones con la parte cubana, las que condujeron a la adopción de nuevos acuerdos migratorios.

Hoy, a pesar del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, la Ley de Ajuste Cubano se mantiene vigente. Sin dudas, esto constituye otro obstáculo, para la verdadera normalización de dichas relaciones.

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